Mi propuesta de una exploración vivencial profunda y abarcativa me llevó a experimentar
con diferentes herramientas de desarrollo personal como la meditación, las visualizaciones, la práctica de danzas sagradas
de Gudjieff y técnicas gestáticas. Pero fue recién cuando me encontré con las enseñanzas de Bert Hellinger que sentí que había
una manera simple y no por eso menos potente, de poder lograr una conexión con otros niveles de consciencia.
De estar en sintonía con “algo más grande” que todo lo contiene
y abarca, que incluye todo tal como fue y tal como es. Más allá de todo juicio.
Poder comprender desde las sensaciones más sutiles de mi cuerpo el “asentir a todo tal
como fue y tal como es”, pudiendo ir dando con humildad, los pasos necesarios para agradecer la Vida cada día.
Todo esto fue siendo posible a través de la participación en talleres de Constelaciones Familiares de las diferentes
formas que esta herramienta nos propone. Y aquí cabe la pregunta: ¿Qué son las Constelaciones Familiares?
